Aldeas Infantiles SOS junto a Observa “El derecho a vivir en familia” participaron en el VI Congreso Mundial de la Infancia y la Adolescencia desarrollado en México los días 12, 13 y 14 de noviembre. Alejandra Riveros -Directora de Asuntos Públicos de Aldeas Infantiles SOS-, en la jornada inaugural presentó su estudio: ¿Qué pasa después que se pierde el cuidado parental? Un mirada al sistema de cuidados alternativos a la luz de las Directrices en 6 países de la región.
A modo de contexto, la representante de Aldeas Infantiles Chile explicó que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes privados de los cuidados parentales, ingresan en un sistema de cuidados alternativos- como el brindado por Aldeas Infantiles SOS- debido a situaciones asociadas a la violencia y factores situacionales del entorno que ocasionaron un debilitamiento de las capacidades parentales de sus familias.
Las directrices para este tipo de cuidados están marcadas por las Naciones Unidas, donde se establecen estándares de protección que los estados deben asegurar para el normal desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, que han perdido el cuidado parental o que están en riesgo de perderlo. Desde 2010 Aldeas Infantiles SOS en todos sus programas a nivel mundial implementó como marco de acción lo expresado en este documento, es por ello, que hoy su trabajo se enfoca en trabajar con las familias de origen o extensa para que se recupere lo antes posible la convivencia familiar y comunitaria con sus hijos.
Sin embargo, según explicó la Directora de Asuntos Públicos de Aldeas Infantiles SOS, hoy los sistemas cuentan con falencias de implementación que implican un nuevo foco de conflicto al defender el derecho de los niños, niñas y adolescentes de vivir en familia. Estos déficit pueden explicarse por opciones de política pública, falta de recursos humanos y financieros, ausencia de datos estadísticos para mejorar la toma de decisiones, entre otros.
En cuanto al sistema de cuidados alternativos, éste no corrige ni interviene, por sí mismo, en los factores de riesgo (pobreza, violencia, drogadicción, entre otros) que originan la pérdida de cuidado parental. Es así como una de las falencias del sistema es que no existe un correlato entre lo que se legisla y se implementa para la protección integral del derecho a vivir en familia, porque los agentes rectores, en general, no cuentan con un imperio en la coordinación intersectorial. Hoy la principal carencia consiste en que las políticas públicas no se centran en la familia como sujeto de protección, sino que más bien en las personas de forma individual.
Por último, Alejandra Riveros destacó como conclusión que la desinstitucionalización de los niños, niñas y adolescentes, sin rebote al sistema residencial, no es posible sino se acompaña de políticas que apoyen la revinculación familiar con un fuerte sistema de monitoreo y acompañamiento.