Presentaciones

El  viernes 16 de abril del 2016 se realizó el Primer Conversatorio anual de Observa, el derecho a vivir en familia. La temática abordada fue cómo mejorar el trabajo de intervención social, psicológico y jurídico que se realiza con las familias.

En la instancia participaron como panelistas Carolina Muñoz -Directora de la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile-; Gloria Negroni -Magistrada del Centro de Medidas Cautelares de Santiago; Ana María Vera -Consejera Técnica del Centro de Medidas Cautelares de Santiago-; y Carola Velasco -Psicóloga y Docente de la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los invitados se distribuyeron en dos paneles, uno jurídico y otro psicosocial, que fueron moderados por Alejandra Riveros -Abogada y asesora Nacional de Advocacy de Aldeas Infantiles SOS y Alejandro Tsukame, -Sociólogo y encargado de la Secretaría Técnica de Observa, respectivamente.

Uno de los ejes temáticos del conversatorio fueron los criterios para adoptar medidas de protección en tribunales de familia, donde el derecho a vivir en familia fue sindicado como la base sobre la cual trabajar. Para ello, Gloria Negroni se refirió a las medidas de protección que pueden solicitarse a tribunales para resguardar las distintas modalidades del ejercicio del derecho a vivir en familia, además de velar por la forma y el contenido de los informes técnicos que se presentan en pro del resguardo de dicho derecho. Seguidamente, Ana María Vera, Consejera Técnica, planteó la importancia de generar una transición o un historial descriptivo y de sencilla lectura sobre la situación de vulneración, a objeto de adoptar medidas de protección integral que tengan en cuenta el contexto y dificultades de las familias y el interés superior del niño/a.

En el panel psicosocial, Carolina Muñoz se refirió a la ética del cuidado en el trabajo con familias. La capacidad de cuidado se aprende y desarrolla. Es necesario trabajar en torno a cuatro principios: interdependencia, unidireccionalidad, capacidad de autocuidado y entorno. Por su parte, Carola Velasco, en su referencia al tema de la violencia y su impacto en las familias, desarrolló un modelo para apreciar al niño y su entorno, se refirió a la complementariedad de la salud y el bienestar en lo que se refiere a la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes, a las experiencias potencialmente traumáticas y la respuesta al estrés y sus consecuencias. Interesante resultó la apreciación de ambas panelistas, de que las familias pobres difieren de las familias de otros sectores sociales solo por tener mayores niveles de exposición al estrés y por el agotamiento más acelerado de los recursos de cuidado.

Es preciso asimilar como sociedad y como Estado que la protección de los derechos del niño prima por sobre cualquier consideración cultural que pueda afectarlos. Los derechos del niño/a no dependen de ninguna condición especial y se aplican a todos por igual; constituyen un conjunto de derechos-garantía y representan, por su parte, un deber de los poderes públicos de concurrir a la satisfacción de los derechos, promoverlos y garantizarlos.